“Una vez se crean las condiciones adecuadas, las pymes aprovechan las oportunidades que ofrece la digitalización”

Si echamos un vistazo a los socios que forman parte del Hub de Innovación Digital DATAlife, podemos encontrar entidades del nivel de Televés. Es, sin duda, una de las compañías que más tienen que decir en el desarrollo y fabricación de soluciones de telecomunicación. Desde 1958, ha evolucionado desde la antena hasta las redes más avanzadas de fibra óptica en edificios y hogares. También ha diversificado su tecnología hacia soluciones para redes de alumbrado público LED conectado, teleasistencia sociosanitaria avanzada para nuestros mayores en casa o residencias, o el desarrollo del Hotel Conectado a través de servicios audiovisuales personalizados.


En esta ocasión, hemos compartido unos minutos con su director de programas estratégicos, Sebastián Pantoja. Nos ha hablado como parte de una de las empresas tractoras de DATAlife, comprometida desde hace más de 50 años con la calidad de fabricación a través de la vanguardia y la innovación y, sobre todo, con la digitalización del ecosistema gallego.

Queremos aprovechar esta entrevista para presumir de socio. Tener a Televés en el hub es un lujo para el equipo y para nuestras pymes.

¡Muchas gracias! Nuestra misión dentro de DATAlife es la de empresa tractora y esto queremos que se traduzca en ayuda real. Queremos trabajar e implicarnos en todo el proceso de digitalización. Nos lo tomamos muy en serio porque es una cuestión vital para el desarrollo de nuestra región.

Personalmente, tengo claro que es muy importante tener a agentes como este Hub que te ayudan a hacer esa transición. En este escenario, Televés quiere dar ejemplo y mostrar soluciones que tenemos en marcha y que les pueden ayudar.

Pero el concepto pymes es tan amplio… casi imposible de acotar. Por eso nos gustaría saber en qué estado se encuentran las que llegan a vosotros. ¿Saben qué necesitan, precisan asesoramiento?

Hay dos tipos de pymes. Por un lado están aquellas que quieren ser más competitivas y ven la digitalización como una necesidad, pero no tienen muy claro cómo llevarlo a la práctica. En este caso, es vital vuestro servicio de Traza la ruta en el que los socios hacemos labores de consultoría y aterrizamos la digitalización en su caso concreto.

Otras, sin embargo, están en otro estado. Ya tienen muy desarrollada su digitalización y lo que quieren es seguir mejorando y ganando competitividad.

¿Tú percibes algún sector de pymes especialmente activo en esto de subirse a la digitalización?

No creo que haya una cadena de valor más preocupada que otra por la digitalización. En realidad, creo que todas lo están. Otra cosa es que su día a día les permita priorizarlo o lleguen a ellas toda la información necesaria.

Según mi experiencia, una vez se crean las condiciones adecuadas, todas aprovechan las oportunidades que ofrece la digitalización. Prueba de ello es, por ejemplo, el sector agroalimentario que está teniendo un enorme interés en este proceso y estoy seguro de que se debe al trabajo que se hace desde DATAlife. Ahora estamos trabajando mucho las propuestas digitales para esta cadena de valor. Llega la información, el asesoramiento, se entienden las ventajas y se unen a este proceso; es siempre así.

Por otro lado, tenéis un área de negocio muy activa que está vinculada con el sector sociosanitario. ¿Cómo está evolucionando?

Desde que la lanzamos, allá por 2014, está teniendo una gran demanda. No es de extrañar que sea así, porque da respuesta a una necesidad muy concreta. El sector sociosanitario es uno de ellos en los que la digitalización es una necesidad.

Esto es relativamente reciente. Sí que es cierto que la parte de salud tiene asumida la necesidad de apostar por la digitalización; sin embargo, en la parte de los cuidados, esto no ocurría. Hasta ahora se apostaba 100% por procesos muy manuales, muy enfocados en el acompañamiento de las personas. Pero en este modelo hace falta emplear la digitalización para que sea competitivo y sea sostenible.

Estamos ante la tormenta perfecta: tenemos una población envejecida, dispersa geográficamente y recursos de atención limitados. Parece que la única herramienta es la digitalización.

Sí, sin duda. La clave está en cambiar el concepto: pasar de centrarnos únicamente en la cura de la enfermedad y ampliar la mirada al cuidado. Cuando lo hacemos, nos damos cuenta de que, en Galicia, la única forma de dar una atención sociosanitaria sostenible es hacerlo a través de la digitalización.

La propia OMS ha dejado de definir a una persona sana como la que no tiene una enfermedad. Hoy en día hay mucha gente que tiene cronificadas enfermedades pero, con la atención adecuada, lleva una vida perfectamente normal. Realmente, una persona sana es la que puede tener una vida independiente. Salud y capacidad funcional pasan a estar unidas. No es solo un cambio de definición, es un cambio de enfoque.

«En Galicia, la única forma de dar una atención sociosanitaria sostenible es hacerlo a través de la digitalización»

En este escenario al que nos enfrentamos a nivel global, Galicia puede ser una perfecta base de testeo.

Somos un perfecto “living lab”, tenemos todas las características necesarias para probar sistemas de cuidado a personas. Nuestro entorno reproduce exactamente los retos a los que nos enfrentaremos en Europa en 2030.

Y dentro del sector sociosanitario ¿quién está especialmente activo en esto de la digitalización?

Actualmente hay mucha actividad, sobre todo en las Consellerías de Política Social. Principalmente por parte de los responsables de prestar estos cuidados. Son los que más han sufrido durante la pandemia y han registrado cifras muy elevadas de mortalidad. Además, a esto tenemos que sumar que contamos con los fondos Next Generation que están muy enfocados a mejorar este área.

Realmente nos encontramos entrando en otra etapa. Hasta ahora veíamos que, en el área de la salud, los hospitales contaban con un conocimiento previo de la tecnología y, a nivel de innovación, siempre habían estado muy receptivos, pero ahora ha llegado el momento de la parte de cuidados. Es muy importante el hecho de dar la misma importancia a la palabra cuidar y a la de curar, un cambio vital que abre puertas a la digitalización con mayúsculas.

Siempre nos gusta preguntar a empresas como Televés, que llegáis mucho más allá de las fronteras nacionales, cómo se nos ve fuera. ¿Son competitivas nuestras pymes?

En contra de lo que podíamos pensar en un principio, el problema de la digitalización y las pymes es un problema a nivel europeo y que está definido por Europa como uno de los retos más importantes a los que se enfrenta nuestro continente. No es una cuestión local.

Nuestra visión está distorsionada porque, cuando hablamos con empresas pequeñas internacionales, normalmente lo hacemos con pymes muy tecnológicas que han trascendido el plano nacional. Esta es la razón por la que se tiende a pensar que las pymes alemanas son súper tecnológicas. Pero no es cierto, nosotros también tenemos pymes internacionalizadas altamente digitalizadas.

Y ahora dinos, Sebastián, ¿dónde tienes puesta la mirada?

Estoy atento a varios sectores que creo que van a dar sorpresas y alegrías en el futuro. Sin duda, a esa mejora de los cuidados a través de la tecnología, tal y como hemos hablado. Pero también me encanta seguir lo que se está haciendo en el Centro de Investigación Aeroportada de Rozas (CIAR), que está dando grandes pasos en tema de drones.

Además, permanezco siempre atento a lo que hace la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (AGADER) en torno a las aldeas inteligentes. La dispersión territorial, que hasta ahora se entendía como una debilidad, desde Europa ha dejado de verse así. La densidad urbana actual entra en conflicto con la calidad de vida y se está promoviendo llenar el territorio de manera más amplia. Pero, para eso, es necesario proveer de las herramientas y servicios que tenemos ahora en las ciudades.

Última pregunta. Sabemos que Televés siempre está “tramando” algo con el entorno académico. ¿Nos comentas alguno de vuestros proyectos?

Eso es cierto. Justamente ahora tenemos un proyecto maravilloso con la USC: iluminación inteligente, Cromalux. Esto consiste en utilizar la luz proyectada en un monumento no solo desde el punto de vista ornamental, sino como una forma de frenar el crecimiento de la microbiota y reducir el coste de mantenimiento de los monumentos. Además se hace en base a led, lo que supone un ahorro de energía de un 80%.

Esto es una realidad, los resultados del piloto han sido buenísimos y el Concello de Santiago está planteándose llevarlo a otros monumentos. Es completamente pionero, pero lo vamos a presentar a 15 ciudades Patrimonio de la Humanidad y creemos que puede funcionar muy bien.