“El día que los gallegos tomemos conciencia de nuestro potencial, seremos imparables”

Lucía Castro Díaz es responsable de DATAlife, un hub destinado a promover la innovación digital de los sectores primario, biotecnológico y de salud de Galicia. A punto de cumplir un año en su puesto, sigue convencida de que lograr que las pymes, la industria privada y los investigadores de nuestras universidades vayan de la mano es la clave para despegar. En su mirada se refleja lo evidente que es para ella que aquí, a nivel regional, lo tenemos todo para competir a escala nacional, europea y mundial. Pero lanza un aviso a todos los que la quieran escuchar: en los próximos años Europa va a destinar fondos y recursos muy importantes para modernizar nuestro entramado empresarial. Para optar a ellos hay que empezar a trabajar desde ya y DATAlife puede ser un gran aliado a la hora de trazar esa hoja de ruta.


 

 

Química de formación, consultora estratégica durante años para grandes (grandísimas) marcas internacionales. Emigrada y retornada, dos veces, ahora desde Galicia se ha convertido en una incansable investigadora de nuevas formas de hacer crecer la economía local. No se cansa de repetir que no tenemos nada que envidiar a nadie (ni a ningún país) y que nuestro potencial es inmenso, tanto de cara al crecimiento interior, como a la hora de aportar a la economía y ciencia de Europa. ¿La clave? Lucía Castro Díaz lo tiene claro: digitalización, digitalización y digitalización.

Para los que no están familiarizados con el término, ¿puedes describirnos qué es un hub y qué hace DATAlife?

Muy sencillo, somos una asociación sin ánimo de lucro con un único objetivo: acelerar la transformación digital de las empresas del sector primario, biotecnológico y de la salud, todas ellas cadenas de valor estratégicas para Galicia. No hace falta más que recordar que aquí tenemos un sector primario con muchísimo potencial que engloba lácteo, pesca o el forestal, por ejemplo, todos ellos con un peso enorme en la economía nacional.

Nuestro alcance es muy amplio, trabajamos con empresas diversas y dispares, pero si lo tengo que resumir en pocas palabras podríamos decir que nuestros focos clave son los biorecursos, la salud y la sostenibilidad.

El sector primario es parte de nuestro ADN, pero ¿biotecnología? ¿Somos competitivos en esta área?

 ¡Sin duda! Y para DATAlife es una cuestión prioritaria y la consideramos como un aspecto transversal de primer orden. Es cierto que si vas a mirar los porcentajes de aporte al PIB no representa mucho a día de hoy, pero su crecimiento está siendo enorme.

Entonces, ¿Galicia puede tener peso en biotecnología?

No es una cuestión de futuro, ni de previsiones soñadoras, es que ya lo tenemos. Esto se debe a que aquí se están haciendo muy bien las cosas. Por ejemplo, cuando volví de Reino Unido, asistí a muchos eventos, entre otros los organizados por Bioga, y me quedé completamente sorprendida. Ellos, que hoy en día son socios de DATAlife, llevan ya 15 años recogiendo todo el conocimiento que se genera en la universidad y llevándolo al mundo empresarial. Han creado empresas competitivas y de primera línea. A veces olvidamos que aquí, en Galicia, tenemos compañías como Zendal o a Lonza.

Lucía Castro Díaz participando en la mesa redonda de la jornada demostrativa SmartAgriHubs sobre la digitalización del sector lácteo gallego, el pasado 8 de septiembre.

¿Por qué comentas que es transversal?

Porque biotecnología es desarrollo de fármaco, pero también es, por ejemplo, fermentación. Es una herramienta que mejora aspectos de transformación de producto clave para el sector primario y constituye, sin duda, un gran valor añadido.

Pero lo más importante es recalcar que nosotros no vemos estos sectores económicos como espacios herméticos y autárquicos, realmente la clave es la interrelación de todos. Debemos el ampliar la mirada, buscar las conexiones y apostar por un ecosistema empresarial colaborador y competitivo.  No podemos olvidar que el sector primario está relacionado con el de la alimentación que, a su vez, está relacionado con el de la salud y todos ellos con la biotecnología.

¿Qué te resultó más sorprendente durante este primer año de trabajo? Especialmente tú que llevabas trabajando muchos años en mercados internacionales, como el inglés.

 Sin duda, lo que más me sorprendió es la diferencia entre la imagen que se tiene de Galicia desde dentro de ella y cómo somos en realidad. Tenemos siempre la idea de que vamos por detrás, de que no somos competitivos y es una visión completamente errónea. Puedo entenderlo porque hace años podía ser así, pero ahora no lo es en absoluto. Cuando volví a Galicia me topé con proyectos punteros a la altura de cualquier mercado europeo en el que yo llevaba años trabajando. Es más, puedo decir que en Europa se conoce a muchos de los agentes y de las iniciativas de nuestro ecosistema gallego, en muchos aspectos podemos mirar a los ojos a potencias como Alemania.

¿Te das cuenta de que esto puede dejar con la boca abierta a muchos? Quizás seguimos pecando de acomplejados o de desconocimiento…

¡Es que es tan evidente! En muchas de las reuniones que tengo en el ámbito europeo no tengo que explicar nada, se nos conoce y conocen muchas iniciativas de nuestra región. Tenemos grupos de trabajo en la universidad reconocidos a nivel internacional, tenemos pymes que están saliendo y están vendiendo y a las que les está yendo muy bien. Pero, por alguna razón, no sabemos eso en casa o no lo valoramos.

Un buen ejemplo pueden ser vuestros socios, son empresas de primera línea.

Mira, por ejemplo entre nuestros asociados contamos con Finsa, un referente internacional en su sector y no podría describirte lo generosos que son. La primera vez que los visité me dijeron que formaban parte de este proyecto porque su interés era impulsar la digitalización en toda la cadena de valor anterior a ellos. Se trata de digitalizar el aserradero, la gestión del espacio forestal o la actividad del ingeniero agrónomo, por ejemplo, todo ello acaba repercutiendo y beneficiando a Finsa y ellos lo saben.

Tenemos que pensar que Finsa no solo trabajan la madera, sino que investigan nuevos materiales, tienen una biorefinería, apuestan por utilizar más energía renovable. Además son parte de Galicia, ellos no se van a ir porque están en el lugar donde se produce la mitad de la madera de toda España; están en donde está la materia prima.

Entonces ¿ese es el cometido de vuestros socios? ¿Son elementos dinamizadores?

Los socios se unen con el objetivo de acelerar el entorno digital (sea demanda u oferta). Pero lo que verdaderamente nos beneficia es su experiencia y su diversidad. Televés, Zendal, Finsa, Vodafone, los diferentes clústeres (CSG, Bioga, Clúster TIC, CMD o CETGA), universidades… Son muy diferentes entre sí, lo que permite que las decisiones sean muy equilibradas y eso es una gran ventaja para DATAlife. Nadie busca su propio beneficio exclusivamente, tienen una visión general que nos da una enorme riqueza de criterios.

«Detectamos necesidades y buscamos quién las puede cubrir»

¿Y que nos cuentas de las pymes con las que trabajas? ¿En qué situación llegan a ti?

Debo reconocer que es, para mi, la mejor parte de este trabajo. Me encanta trabajar con ellas en cualquier estadio en el que se encuentren, son muy estimulantes. De hecho, el pesar más grande que tengo este año es que la pandemia no nos ha permitido salir más y llegar a más pymes. El momento y las necesidades que les hacen llegar a DATAlife son muy diversas, pero siempre son bienvenidas.

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Hay profesionales que están planteándose crear un negocio y que llegan a mi desde incubadoras, aceleradoras… En muchos casos son spin off de la universidad. Dentro de ellos están los que “la digitalización no es lo suyo” y les ayudamos a que sus proyectos nazcan digitalizados ya que ningún negocio puede lanzarse sin saber como gestionar su información. Pero también hay pymes familiarizadas con esta tecnología a los que les aportamos una visión objetiva de su sector y de su mercado. Me gusta pensar que ellos saben qué quieren hacer y cómo hacerlo y nosotros nos encargamos de hacer las preguntas clave: ¿cómo vais a gestionar vuestros datos? o ¿cómo vais a escalar para poder crecer de manera sostenible y continua? Gracias a todos los años que he trabajado como consultora estratégica, puedo ponerme en su piel y “aterrizar” el proyecto en la realidad.

Mi labor más habitual es sentarme con una pyme, con una idea de negocio, y les ayudo a pintar esa visión de futuro, de los retos que tienen por delante. Y es que si se digitalizan desde ya, encajándolo en su estrategia desde el principio, luego la evolución será mucho más sencilla.

No debe ser sencillo ya que supongo que una pyme buscará soluciones muy personalizadas, hechas pensando en una problemática concreta. La digitalización más generalista está al alcance de su mano sin pasar por vosotros…

Sí, sin duda y por eso hemos puesto en marcha cinco talleres financiados por el IGAPE para crear unas rutas concretas de digitalización muy específica. A esta estrategia le llamamos “Traza la ruta” e incluye diagnostico, estudio de madurez y plan de digitalización. Para ello estamos haciendo una catalogación de servicios, productos y capacidades a medida de los retos que queremos solucionar. Para lograrlo la clave es hacer un casamiento óptimo: proveedores de soluciones y necesidad empresarial en concreto.

Es decir, vosotros recogéis las necesidades de las pymes y se las hacéis llegar a los desarrolladores o proveedores ¿es así?

Sí, nosotros como hub de innovación tenemos que saber quién hace esa digitalización bien para dirigir a las empresas ahí. En pocas palabras: detectamos necesidades y buscamos quién las puede cubrir. Si es una solución que ya está en el mercado les decimos como llegar a ellas. Tenemos claro que no volvemos a hacer lo que ya está hecho, tenemos que construir sobre lo que tenemos para seguir avanzando.

El proceso suele ser: detectar una necesidad y ver los proveedores más adecuados. Para ello mandamos las propuestas, por ejemplo, al Clúster TIC y ellos la mandan a sus asociados. Somos conscientes que hacer un buen “casamiento” es muy importante: pyme con una necesidad de digitalización concreta y proveedor de soluciones TIC. Cuando se hace correctamente, la colaboración suele fluir sin problema.

El plantear estos canales de comunicación suele ser muy productivo para todos los agentes, no solo para las pymes. En muchos casos a las empresas privadas, que trabajan con una cartera de clientes muy concreta, no se les ocurre llegar a otro mercado potencial haciendo alguna adaptación a su solución.

Parece que apostar por una digitalización muy específica es la forma de garantizar que sea efectiva.

Efectivamente. Trabajamos con soluciones de certificado de gestión de montes, soluciones de lenguaje natural, sistemas de atención domiciliaria y seguimiento de pacientes, sensorización de espacios, geolocalización y trazabilidad de ganado… El abanico de necesidades para los sectores de los que nos ocupamos es muy amplio y tenemos que buscar respuestas para procesos muy concretos.

Además, esas innovaciones tienen que llegar de manera clara a las pymes, sin retórica y como respuesta a una necesidad real. Ese es un gran reto que nos planteamos desde el principio. Ya en el momento de nuestra fundación establecimos como prioridad que nos entiendan, que las pymes que entran por nuestra puerta sepan que estamos aquí por y para ellas. Por eso no queremos hablarles de tecnología disruptiva que a sus ojos puede ser humo y que les crea desconfianza. Yo les hablo del poder de la información, porque todos manejan estas cuestiones. Les explico la valía del dato y entonces entienden exactamente que les puede aportar tecnología como Internet de las cosas (IoT), computación de altas prestaciones o Inteligencia Artificial (IA)… Estas herramientas se traducen en una mejora de toma de decisiones y en la capacidad de hacer una previsión de futuro acertada. Lo prioritario es que vayan un paso por delante y que comprendan que estamos ya en la economía de la información.

Realmente la tecnología gana cada vez más peso en nuestra vida y los sectores de los que os ocupáis deben aplicarla de manera inteligente para adelantarse a necesidades futuras ¿verdad?

Los procesos de digitalización son interesantes para mejorar las dinámicas internas, pero también para dar servicio al nuevo cliente. Somos la generación más habituada a utilizar tecnología de la historia y en sectores como la salud, cualquier mejora de este tipo será muy bienvenida por el público general. Un buen ejemplo puede ser la atención domiciliaria en el sector de la salud y los cuidados ya que dotan de más independencia y autonomía a los pacientes, a la vez que mejoran los sistemas de gestión hospitalaria. Estamos empezando a caminar esta senda, pero el futuro dibuja una asistencia médica y de cuidados mucho más digital.

Por lo que nos cuentas, ¿podemos decir que DATAlife es un traductor de necesidades entre centros de investigación, empresas desarrolladoras de soluciones y pymes?

Somos capaces de hablar el idioma de un proveedor TIC y traducirlo al lenguaje de una pyme sectorial y esto sería aplicable también a universidades o laboratorios. Sin duda nuestro trabajo es muy creativo y nos obliga a sacar la cabeza de un sector y saber extrapolar soluciones de uno a otro. Esa es la belleza de mi labor: se lo que ocurre en los centros de I+D, en los clústeres, en las pymes, en las empresas privadas. Tenemos una visión privilegiada que nos permite ligar conceptos y llegar más allá.

Unir mediante la información a muchos pequeños puede sumar mucho al ecosistema gallego y hacerlo más competitivo ¿verdad?

Mucho más que eso. El dato (la información) es el verdadero bien del futuro, es lo que te hará ser competitivo a nivel global. En esta época vemos un ejemplo clarísimo de ello. ¿Cómo habría sido posible desarrollar varias vacunas contra el Covid, en tiempo record, sino se contará con muchísima información previa? Las farmacéuticas llevaban mucho tiempo almacenando información de distintas moléculas y llegado el momento “solo” se tuvo que ver cuáles eran capaces de atacar al virus. Sin esta labor previa de gestión de la información no habría sido posible llegar a la vacuna en tan poco tiempo.

Con esto quiero decir que es muy importante que las pymes entiendan que pueden competir en un mercado donde el bien más preciado es la información. No van a competir con una empresa, sino con su base de datos. Obviamente cuanto hablamos de multinacionales parece imposible llegar a plantarles cara, pero si compartimos la información con otros pequeñitos y cooperamos sí será posible enfrentarse a los grandes.

Lo más importante es que sepan que esto es un proceso y que es necesario empezar a prepararse ya y recoger toda la información. Para ello les asesoramos sobre las aplicaciones y los procesos de digitalización adecuados, les recomendamos buscar sistemas interoperables, trabajar en la nube…

«Ahora tenemos la vista fija en Europa. Desde estas instituciones sabemos que va a llegar mucha ayuda pública»

Supongo que tarde o temprano en estos procesos se presentará el gran problema: la financiación.

 Siempre, por ello estamos atentos a las convocatorias regionales e intentamos dinamizarlas a través de iniciativas como Conecta Hubs, InnovaPeme (Gain), desarrollamos talleres con los clústeres y nuestros asociados… Nuestro objetivo es asesorarles de cómo se pueden unir a estas iniciativas.

También dinamizamos con iniciativas europeas, es el caso de nuestro trabajo con  CESGA, que forma parte de un consorcio europeo para fomentar el uso de supercomputación de altas prestaciones en el entorno pyme. Ellos hacen pilotos en los que una pyme puede probar la supercomputación sin riesgo de inversión. Puede parecer ciencia ficción, pero CESGA lleva tiempo trabajando con PYMES en Galicia porque realmente la supercomputación da respuesta a sus necesidades.

Además, hacemos seguimiento de todo lo que sale en Europa, una fuente de financiación muy importante y a la que mis pymes pueden acceder. A veces no están al día de estas iniciativas y es una lástima ya que muchas de ellas ya trabajan con datos y pueden empezar a hacer negocio en base a esta información. Durante este año de trabajo he visto casos clarísimos de pequeñas empresas que están haciendo cosas muy interesantes y pueden pasar a otro nivel de gestión de datos.

¿Y algún programa o iniciativa para lograr inversión privada?

Sí claro, por ejemplo son muy interesantes las rondas de financiación de Conector y nos mantenemos al día de los fondos de inversiones privadas. También tenemos conexiones con inversores privados. Es un terreno muy interesante, pero ahora tenemos la vista fija en Europa. Desde estas instituciones sabemos que va a llegar mucha ayuda pública. Realmente será una oportunidad muy interesante y queremos tener un ecosistema preparado para que cuando eso ocurra, estemos en disposición de solicitarlas y obtenerlas. Lo tenemos tan claro que ya hemos hecho manifestaciones de interés.

¿En DATAlife lleváis a cabo labores de formación?

Realmente hacemos más divulgación, ya se hace mucha formación y no queremos replicar iniciativas. Hacemos recomendación de formación que ya existe y que es muy buena. De todos modos detectamos necesidades formativas sobre las que queremos poner el foco. Ahora mismo, consideramos que lo interesante es trabajar en la formación de formadores, para que los nuevos perfiles profesionales (tanto en la universidad como en formación profesional) salgan ya con cualificación digital suficiente como para trabajar en este aspecto de manera natural.

DATAlife sabe que Galicia está construyendo un ecosistema empresarial que le permitirá competir en Europa sin complejos, ellos forman parte de este despegue. La clave para despuntar es que las pymes remen juntas, crear sinergias entre distintos agentes y, a su juicio, vamos por buen camino. En un año Lucía Castro Díaz tiene claro que podrá hablar de más casos de éxito, porque aquí las cosas se están haciendo muy bien. “Si nuestras pymes amplían el zoom, abren campo y empiezan a trabajar para tener un mercado global, Galicia tiene un futuro brillante”.